Por mucho la noche ha sido un sublime susurro de cosas bellas y dolorosas. Verdades que solo se ven en la oscuridad, lagrimas que solo exponen ante el silencio.
La noche, que me ha regalado su gracia y su tormenta, la noche que me abrigo alma y que la puso a la intemperie, la noche, donde somos nosotros mismos con nosotros mismos.